Editorial

Es claro que, la salud pública de nuestro país, no se está manejando de manera adecuada. Además, no tenemos en cuenta que no hay nada más importante para la vida plena de cada persona, la realidad nos muestra que no prestamos la atención debida a la salud, ni como sociedad ni como Estado.
Como muchas de las instituciones de nuestro país, nos encontramos en lo que a salud respecta, en un nivel muy bajo, que no llega a todos. Hablamos de los pobres que no cuentan con dinero para acceder a atención médica de calidad, y del otro grupo que se encuentra aislado en el interior del país y que en el peor de los casos, no sabe que es un médico.
No es posible comentar todas las debilidades, aunque son necesarios para intentar comprender la situación y perspectiva de la salud en el Perú. Por ello consideramos conveniente referirnos en dos aspectos: los niveles de servicio y las capacidades institucionales.
En primer lugar, es necesario reiterar que resulta inaceptable la actual calidad de servicio. La falta de la tecnología adecuada, y contar con establecimientos con la adecuada distribución y con las suficientes especialidades.
Las instituciones no cuentan con la capacidad necesaria, como es en el caso de las rehabilitaciones. Las autoras apuntan a que las capacidades institucionales están mucho más atrás debido a la escasez de recursos. Sin embargo, sabemos que se hacen muchas inversiones sin sentido que no tienen ningún resultado.
Si hablamos de falta de recursos, una de las soluciones iniciales sería cerrar servicios e instituciones en las que se invierten y no cumplen con sus funciones. Además, pagar mejor a los médicos y capacitarlos constantemente para que puedan dar salud de calidad.
Por otro lado, integrar a todos los peruanos, no es posible hablar de igualdad, cuando sólo nos interesamos en la capital; es necesario brindar salud para todos, dar un mayor presupuesto a la salud para que todos podamos gozar de ella.
Obviamente la conciencia de los ciudadanos toma un papel importante, porque nos encontramos en una sociedad que solo asiste a un hospital cuando se siente mal. Hay que tomar en cuenta, que el valor a la vida es la base de todo derecho y la única manera de poder cuidarla, es a través de la Salud.

martes, 17 de noviembre de 2009

MALTRADO DE LAS ENFERMERAS

La enfermera Carla Quispe que labora en la Clínica San Juan de Dios, desde el enero del 2007 viene maltratando a los enfermos del nosocomio, me encontraba en el área donde están los niños minusválidos, y vi como eran tratados cruelmente por esta señora que al parecer no tiene corazón, ya son varias las quejas de los niños, pero no son escuchadas.
Que lastima que en un Hospital del estado no capacite a su personal, ni haga una selección de quienes son las personas que están aptas para trabajar con los niños, se aprovechan estas señoras o señoritas por que estos son abandonados por las familias y dejados al olvido.
Hago un llamado a las autoridades para que tome las medidas correspondientes y separe a esta señora de la clínica ya que no cumple con el perfil requerido de una verdadera enfermera y la separe inmediatamente del cuerpo médico de dicha institución.
Atentamente
Maria Mercedes PinoDNI: 41516222

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